jueves, 30 de abril de 2009

¿Regalo para los trabajadores en su día?

La reciente aprobación por el Congreso de la República de los proyectos de ley para exonerar de los descuentos por concepto de EsSalud o el pago a las AFP y para disponer del ciento por ciento de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS)constituye, qué duda cabe, una forma de congraciarse con un vasto sector laboral, ya que parte de éste no está de acuerdo con esas medidas.
Me pregunto, sin embargo, si el mismo parecer es el del Presidente de la República, quien tiene con esos dictámenes una inmejorable oportunidad para organizar otro de sus actos populistas y declarar que éste es una nueva de los cumplimientos de sus promesas electorales a favor del sector laboral del país.
Y como siempre, pese a ser ambos proyectos propuestas nacidas a iniciativa de parlamentarios, atribuírselos como iniciativa propia y como parte de su programa de gobierno, demostrando una vez más el 'complejo de Adán' de que padece él y su partido desde que fuera fundado.
Recuérdese que en todo momento, erepresentantes del Ejecutivo declararon que el los dos temas de los proyectos aprobados eran responsabilidad o atribución propia del Congreso, y que uno de sus representantes (el titular del MEF) se declaró opuesto a ambos.
De otro lado, ¿se atrevería Alan a observar las respectivas autógrafas, con lo cual se congraciaría con el sector opuesto a ellas, y se ganaría la animadversión del otro sector; u ocurrirá todo lo contrario?
Considero que debe tener en cuenta, conforme a los resultados de la votación en el Congreso, que los únicos que se opusieron al segundo de los proyectos fueron los de la bancada de su partido, y que en una eventual observación el tema será devuelto al Congreso y sometido a un nuevo dictamen, que, contra todo pronóstico, sería declarado en insistencia y, en consecuencia, aprobado y promulgado por el propio Congreso.
¿Tendrá en cuenta, nuestro presidente, estas consideraciones?

sábado, 18 de abril de 2009

ARDUA TAREA EN EL VRAE



En las seis horas y media que duró la sesión del Congreso de la República, en la que el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, acompañado de tres de sus ministros, expuso sobre la situación que se vive en el valle de los ríos Apurímac y Ene )VRAE), se obvió algo que hace más difícil la tarea de las Fuerzas Armadas y de las Policía Nacional del Perú en su búsqueda de pacificar la zona.Me refiero a la desconfianza de la población hacia los uniformados, como consecuencia del comportamiento abusivo y marcadamente represivo que tuvieron durante los veinte años transcurridos desde que se iniciaran las acciones subersivas con el atentado a un centro de votaciones en el poblado de Chuschi.Pasrticularmente, me refiero a las acciones antisubversivas que tuvieron como consecuencia los cientos de muertos y desaparecidos en las localidades de Accomarca, Cayara, Huanta, entre otras, y las desapariciones forzadas en los tristemente célebres cuartel 'Los Cabitos' de Huamangam a cargo del Ejército, y el cuartel de la Marina en Huanta.Las huellas psicológicas dejadas en la población no podrán ser olvidadas fácilmente. Esos recuerdos hacen que los lugareños vean con desconfianza a todo representante del orden, y prefieran acogerse a los subversivos y narcotraficantes que han cambiado de estrategia y buscan 'caer bien' entre los pobladores, sin cometer abusos contra ellos.